La Soñada, un tambo artesanal que ha logrado destacar en el mapa productivo de Neuquén. Liderado por Glenda Hansson y su familia, este emprendimiento ha encontrado un espacio en el negocio de los lácteos.
Glenda nació en Cutral Co, pero encontró en Rincón de los Sauces el lugar y la oportunidad para llevar adelante su sueño. Vivió en la comarca petrolera hasta los 13 años y después se mudó a Rincón donde pudo desarrollar su emprendimiento. Así nació La Soñada, un tambo que se ha convertido en el único de la región y un punto de referencia para quienes visitan esta localidad.
La elaboración en La Soñada es completamente artesanal. Cada queso refleja la dedicación y el esmero de sus productores. Las variedades incluyen opciones innovadoras como quesos ahumados, con almendras maceradas en licor Tía María, con cebolla y orégano, y con morrón. Cada producto cuenta una historia, una tradición y un respeto absoluto por el entorno.
El respeto por las vacas que proveen la materia prima es un valor fundamental para Glenda y su esposo. Cada animal tiene nombre y forma parte de la familia. Este enfoque no solo garantiza un trato ético, sino que también influye en la calidad de los productos, que se caracterizan por su autenticidad.
Además de los quesos, La Soñada produce dulce de leche y yogur, productos que también llevan el sello de la dedicación artesanal.
El impacto de La Soñada trasciende lo local. Glenda se ha convertido en una embajadora de la producción láctea neuquina. Ha viajado por el país dictando conferencias en Córdoba, Santa Fe, San Francisco y Buenos Aires, donde comparte su experiencia y conocimientos con otros productores y estudiantes interesados en la actividad.
Uno de sus próximos objetivos es obtener una diplomatura en geografía, sanidad e inocuidad alimentaria, un paso que fortalecerá aún más su compromiso con la calidad y la innovación en la producción.
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