Cada 11 de febrero, la comunidad católica conmemora el Día de la Virgen de Lourdes, patrona de los enfermos y protectora de los crianceros en el norte de Neuquén. Como cada año, los fieles se congregan en Ailinco, al pie del Domuyo, para rendir homenaje y renovar sus pedidos de salud, bienestar y protección.
Este 2025, la celebración cobra un significado especial debido a la prolongada sequía que afecta la región y los incendios que han comprometido pastizales y fuentes de agua. Los feligreses elevarán oraciones pidiendo lluvias para los campos y alivio para las familias damnificadas.
La devoción a la Virgen de Lourdes en el norte neuquino tiene una fuerte raíz en la cultura de los crianceros, quienes la consideran su madre protectora en los tiempos de trashumancia.