Este domingo, el paso fronterizo de Pino Hachado se vio colapsado debido al gran flujo de turistas que intentaban cruzar hacia Chile en el marco del feriado de Carnaval. La fila de vehículos alcanzó los siete kilómetros de extensión, lo que obligó a muchas familias a pasar la noche en la Ruta 242 a la espera de poder avanzar.
Las autoridades fronterizas habían alertado sobre la alta demanda en los cruces internacionales de Neuquén, lo que provocó largas esperas en varios de ellos. En el paso Icalma, por ejemplo, se registraron 420 vehículos varados, generando un panorama similar de saturación.
El incremento en el tránsito no solo ocasionó demoras, sino también problemas colaterales, como la acumulación de basura en los márgenes de la ruta. Vecinos del sector manifestaron su malestar ante la cantidad de residuos dejados por los viajeros, lo que generó reclamos por la falta de responsabilidad ambiental y la necesidad de mayores controles en la zona.