Cada 2 de abril, el mundo se tiñe de azul para conmemorar el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Una fecha que, año tras año, busca iluminar la realidad de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y promover su inclusión en la sociedad. Sin embargo, detrás del resplandor azul, se esconde una realidad compleja y desafiante.
En Plaza Huincul, la Plaza de las Banderas se iluminó de azul y habrá encuentro en el Parque Rivadulla a las 16 horas de la Red de Familias CEA de Cutral Co y Plaza Huincul.
¿Qué significa realmente? ¿Es suficiente para derribar las barreras que enfrentan las personas con TEA?
Un reciente informe de la consultora Opina Argentina reveló un dato alarmante: a pesar de que casi el 60% de los argentinos afirma conocer a alguien con TEA, solo el 40% comprende sus características y síntomas. Una brecha preocupante entre la visibilidad y la comprensión.
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Cada persona con TEA es única, con sus propias fortalezas y desafíos. Sin embargo, a menudo se enfrentan a la discriminación, la falta de oportunidades y la incomprensión.
El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo es una oportunidad para reflexionar sobre los avances logrados y los desafíos pendientes. Si bien la visibilidad del TEA ha aumentado, es crucial trabajar en la comprensión y la inclusión.
El camino hacia la inclusión plena de las personas con TEA es largo y complejo. Pero cada paso cuenta. Cada gesto de comprensión, cada acto de empatía, cada política inclusiva, suma en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
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