Mientras las operadoras de la Cuenca Neuquina celebran cifras históricas de producción y fracturas no convencionales, el Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa denuncia una situación alarmante que se esconde detrás de los registros: violaciones sistemáticas a la legislación laboral vigente y al Convenio Colectivo de Trabajo 644/12, que comprometen gravemente la salud y seguridad de los trabajadores.
Con el respaldo tácito del Gobierno Nacional, aseguran desde el sindicato, las principales empresas del sector han flexibilizado medidas de seguridad, desconocen acuerdos alcanzados en años de negociación colectiva y asignan múltiples tareas a operarios sin la capacitación adecuada, una práctica que incrementa exponencialmente los riesgos de accidentes graves y muertes.
La advertencia llega en medio de un escenario en el que el sector hidrocarburífero ha sido erigido como uno de los pilares del programa económico oficial. Con el desarrollo de Vaca Muerta como insignia, las cifras muestran un crecimiento sostenido de la producción no convencional, pero también un aumento de los conflictos laborales y la precarización en el territorio.
La conducción sindical fue categórica: “Todo tiene un límite. Y ya lo alcanzamos”.
En ese marco, convocaron a una Asamblea Informativa para este miércoles 9 de abril a las 10:00, con el objetivo de debatir con las bases los pasos a seguir ante lo que califican como “avasallamiento intolerable” por parte de las operadoras.
Desde el gremio también advirtieron que no descartan medidas de fuerza si las empresas continúan vulnerando los derechos laborales. “Estamos dispuestos a sentarnos, pero también estamos listos para salir a la calle si no hay respuestas”, señaló.
El auge de Vaca Muerta ha sido uno de los ejes discursivos del Gobierno Nacional, que promueve la inversión y el ingreso de divisas. Sin embargo, el modelo de producción intensiva parece estar avanzando sin los controles adecuados, según advierten los trabajadores.