Una vecina de la ciudad de Neuquén denunció haber sido víctima de una estafa luego de contratar un trabajo de carpintería con un comerciante de la ciudad de Plaza Huincul. El acuerdo se concretó en noviembre del año pasado, cuando la denunciante abonó $420.000 a través de Mercado Pago al negocio “Dulce Encanto”, ubicado sobre calle Tucumán.
El trato consistía en la fabricación e instalación de un mueble a medida en la vivienda de su madre. A pesar del pago completo, el trabajo nunca se concretó. Según explicó la mujer, tras varios intentos de comunicación con el responsable, éste cambió dos veces de número telefónico y actualmente no responde mensajes ni llamadas. Al acercarse nuevamente al local, constató que el negocio se encontraba cerrado y sin medidor de energía.
En su intento por obtener respuestas, la damnificada logró contactarse con el comerciante, quien le aseguró que el material estaba comprado y que instalaría el mueble. Sin embargo, nunca cumplió con lo pactado y volvió a cortar todo tipo de comunicación.
La vecina recurrió a la oficina de Defensa del Consumidor, donde no pudo avanzar con la denuncia formal, ya que solo cuenta con los comprobantes de pago digitales. No obstante, dichos comprobantes son considerados prueba válida en instancias judiciales.
Además, la mujer advirtió que el responsable continúa desarrollando otra actividad comercial en la ciudad, ya que actualmente sería el propietario de una barbería ubicada sobre avenida del Trabajo.
Dado que reside en Neuquén capital, se le dificulta radicar una denuncia penal por estafa en Cutral Co, aunque evalúa avanzar por vía judicial para recuperar el dinero perdido.
Este tipo de situaciones vuelve a poner en discusión la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y seguimiento de los compromisos comerciales asumidos por emprendimientos que operan sin respaldo formal o garantías claras para los consumidores.
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