El hallazgo fue realizado por el equipo del Museo del Desierto Patagónico de Añelo (MDPA) con el apoyo de la Universiad Nacional del Comahue.
Este descubrimiento se suma a los hallazgos realizados en 1998 con fósiles de huevos de dinosaurios y embriones que se conservan en el museo Carmen Funes de Plaza Huincul ya que se trata de un área inexplorada a pocos kilómetros del anterior descubrimiento.
Enrique Muñoz, puestero de la zona, fue quien advirtió la presencia de formaciones inusuales en las rocas en un sector de terreno. Consciente de su valor, dio aviso al museo. Esta acción desató una campaña paleontológica minuciosa que terminó con la extracción de un bloque fósil con numerosos huevos agrupados, preservados en una configuración que permite estudiar detalles fundamentales sobre el comportamiento reproductivo de estos animales extintos.
Actualmente, el bloque se encuentra en proceso de preparación en el MDPA, donde se llevan a cabo tareas de limpieza, consolidación y análisis. Según explicaron los paleontólogos Juan Porfiri y Domenica dos Santos, ambos con estrecho vínculo con la UNCo, los datos que se obtengan podrían aportar información inédita sobre la disposición de las nidadas, la cantidad de huevos por puesta, y en los casos más afortunados, hasta vestigios embrionarios.
“El hallazgo es de gran importancia científica, ya que las nidadas bien conservadas permiten estudiar aspectos poco conocidos del comportamiento de los dinosaurios, como el número de huevos por puesta, la disposición de estos y, en casos excepcionales, hasta el desarrollo embrionario”, detalló la paleontóloga Domenica dos Santos, quien dirige actualmente el MDPA y coordina proyectos de formación vinculados con la UNCo.
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