Este lunes 26 de mayo, la comunidad educativa del CPEM N° 6 de Cutral Co se movilizó con una sentada y protestas a raíz de una grave denuncia por supuesto acoso a menores que involucra a un docente con antecedentes similares en la institución. La situación expone una cadena de omisiones institucionales y reaviva el debate sobre la actuación de la Defensoría de Niñez y Adolescencia local, cuya intervención resulta clave en estos casos.
La denuncia que encendió el reclamo colectivo fue hecha pública por Ivana Muñoz, madre de una alumna de 14 años. Según relató, su hija fue objeto de comentarios inapropiados por parte de un docente de unos 50, 60 años, quien en el marco de una clase le propuso un “juego de compatibilidad de pareja”, sugiriendo que si ella añadía su apellido al del profesor alcanzarían un 100% de compatibilidad. “Mi hija salió llorando, con asco. Se sintió violentada”, declaró Muñoz, y agregó que al compartir el episodio con una amiga descubrió que el mismo docente había sido denunciado previamente por hechos similares.
Pese a esos antecedentes y a que otros padres se sumaron con testimonios, las respuestas institucionales fueron lentas y poco claras. “El lunes fuimos al colegio, pero las asesoras estaban decorando para un acto. Recién el miércoles le tomaron declaración a mi hija”, detalló la madre. Aunque se labró un acta y se elevó a supervisión, al cierre de esta nota, la comunidad educativa no había recibido una resolución concreta. Hay dudas incluso sobre si el docente volvió a ingresar a la institución: “Los chicos dicen que lo vieron el viernes. El director asegura que no”, explicaron padres que se acercaron al establecimiento.
Paralelamente, en la Comisaría Especial de Niñez, Adolescencia y Familia N.° 4, se radicó una denuncia formal bajo el marco de la Ley 2302. La denunciante, Micaela Pereyra, hermana de una estudiante que también habría sido víctima del mismo docente en 2022, advirtió que el hombre volvió a circular por los pasillos del CPEM 6. “Mi hermana lo vio y entró en un tipo de shock. Desde Defensoría le habían prometido que nunca más lo iba a cruzar”, denunció con contundencia.
El rol de la Defensoría en cuestión
La Defensoría de Niñez y Adolescencia de Cutral Co debería ser un actor central en esta situación. Su mandato incluye proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes en entornos escolares, garantizar su integridad emocional y física, y actuar como articulador entre la comunidad y las instituciones educativas.
A la fecha, no se conoce un pronunciamiento oficial del organismo ni una intervención directa que derive en medidas de protección urgentes, como la suspensión preventiva del docente.
La exigencia: “No puede trabajar con adolescentes”
La comunidad exige una respuesta inmediata. “No puede seguir trabajando con chicos. Ya hay denuncias en la policía y en la institución. ¿Qué más hace falta para separarlo definitivamente?”, cuestionan los familiares. Padres y estudiantes insisten en que este tipo de situaciones no pueden minimizarse, y reclaman protocolos efectivos que prioricen la palabra de las víctimas.
El caso del CPEM 6 revela no solo una presunta conducta reiterada por parte de un adulto en posición de poder, sino también un sistema que demora, fragmenta y diluye las respuestas institucionales, dejando en riesgo a adolescentes que asisten a diario a un espacio que debería protegerlos.
