La justicia cuestiona al PJ neuquino y ordena elecciones en cinco días

El Congreso partidario realizado fue anulado por la Justicia Federal

El Partido Justicialista de Neuquén atraviesa su capítulo más tenso en los últimos años. El Congreso partidario realizado en Zapala fue anulado por la Justicia Federal, que en un fallo lapidario denunció irregularidades en el procedimiento y ordenó la convocatoria a elecciones internas en un plazo de cinco días. La decisión expone una vez más las grietas internas del justicialismo neuquino, en plena antesala del proceso electoral nacional.

La jueza federal Carolina Pandolfi fue clara: la prórroga de los mandatos de las actuales autoridades, decidida por los congresales reunidos en Zapala, carece de sustento legal. En su resolución, señaló que el argumento central, la superposición con elecciones nacionales, no se sostiene, ya que los comicios de octubre están a casi seis meses del vencimiento de los cargos.

Un congreso cuestionado desde el inicio

El Congreso en cuestión se celebró con la presencia de 58 congresales, de los 78 que componen el cuerpo, veedores de la justicia electoral y una escribana. Pero no fue suficiente. El primer llamado fracasó por falta de quórum. El segundo, habilitado con un tercio del total, avanzó con una decisión que desató la tormenta: prorrogar por 180 días los mandatos de las actuales autoridades, bajo el argumento de priorizar la campaña nacional.

Esa prórroga, aunque avalada por el artículo 53° de la Carta Orgánica partidaria, fue interpretada por sectores opositores internos como una maniobra para evitar la renovación de la conducción y perpetuar el control del aparato. El epicentro de la tensión: el sector liderado por el senador Oscar Parrilli, acusado por sus detractores de empujar una intervención del PJ neuquino desde Buenos Aires.

Lo que siguió fue una cadena de denuncias cruzadas, acusaciones de usurpación de la voluntad del Congreso y hasta pedidos de expulsión de afiliados. El congreso terminó en escándalo político y judicial.

Una interna que trasciende lo partidario

El trasfondo del conflicto revela algo más que una disputa por cargos: la falta de conducción clara, el desgaste de estructuras tradicionales y la incapacidad del partido para leer el momento político que atraviesa la provincia. Mientras el gobierno de Javier Milei implementa un ajuste sin precedentes que impacta en el bolsillo de los neuquinos, el PJ local se enreda en pujas internas que lo alejan del rol de oposición con volumen.

En un comunicado posterior, el Consejo Provincial del PJ defendió la legalidad del Congreso y sostuvo que la decisión de Zapala fue “una determinación política legítima y amparada por la Carta Orgánica”. Anunciaron que apelarán la decisión judicial y anticiparon que “el peronismo neuquino va a defender sus decisiones donde, cuando y como corresponda”.

¿Y ahora qué?

Con la fecha límite de cinco días impuesta por la Justicia, el partido enfrenta un dilema: acatar el fallo y convocar a internas, o tensar la cuerda con una apelación que podría dejarlo fuera de juego en pleno armado nacional.

En paralelo, crecen las versiones de un posible desembarco de la conducción nacional para ordenar el caos. Cerca de la conducción del PJ nacional se mantienen en silencio, pero reconocen preocupación por el rumbo errático del partido en la provincia.

El peronismo neuquino está ante una disyuntiva existencial: convertirse en una herramienta de transformación frente al ajuste, o perderse en sus propias disputas intestinas.

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