En la mañana de este jueves, el asistente letrado Federico Cuneo acusó a una pareja de la muerte del hombre de 24 años, Emiliano Lamilla.
El detenido está identificado como M.Y.L y la mujer como M.N. Para llegar a la detención de las personas, hubo una tarea de relevamiento de datos.
La policía, tras el trabajo de la Brigada de Investigaciones y con el aporte de las cámaras urbanas ubicadas en el lugar, logró identificar cuatro domicilios donde podrían encontrarse los responsables del homicidio. Se hicieron allanamientos en las calles Plaza Huincul, San José y Tucumán.
Se secuestró una motocicleta, un arma revólver calibre 22, municiones y se detuvo a las dos personas que luego serían acusadas.
El juez de Garantías, Diego Chavarría Ruiz, dicto prisión domiciliaria por dos meses para ambos.
De acuerdo con la teoría del caso planteada por la fiscalía, alrededor de las 0:30 del miércoles, tanto M.N como M.Y.L fueron hasta la casa de una mujer, a bordo de una motocicleta Yamaha 125, y tras gritar desde el exterior, fueron recibidos por Emiliano Lamilla que salió de la casa con la intención de entregarles una bicicleta que les había robado horas antes.
Según lo planteado por el asistente letrado, fue en ese momento que M.Y.L extrajo un arma de fuego calibre 22 y le disparó a Lamilla al menos dos veces, mientras la víctima intentaba escapar luego de ver el arma.
Se indicó que uno de los proyectiles le impactó en el pulmón izquierdo y le provocó que, tras correr por aproximadamente media cuadra, que la víctima caiga al suelo y quede tendido en la calle. Lamilla murió en el lugar a raíz de un edema pulmonar que le provocó un shock hipovolémico.
La fiscalía dijo que obtuvo las grabaciones de las cámaras que captaron a los imputados en la motocicleta, el posterior secuestro del rodado, el secuestro del arma utilizada y un informe de autopsia que da cuenta de las lesiones sufridas por la víctima.
El delito que se les atribuyó al hombre y a la mujer fue el de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en carácter de coautores. Además, el asistente pidió que ambos imputados permanezcan detenidos en prisión domiciliaria por la existencia de riesgo de entorpecimiento de la investigación y por la necesidad de proteger a una testigo, que vive a tres cuadras del lugar de los hechos.
El juez de garantías Chavarría Ruiz, ante la falta de oposición de la defensa, avaló todos los pedidos de la fiscalía: tuvo por formulados los cargos, fijó la prisión domiciliaria por dos meses y estableció el tiempo para concluir la investigación en cuatro meses.
