Joaquiín Andrés Pichún fue declarado culpable del delito de portación de arma de fuego de guerra y condenado a tres años y medio de prisión de cumplimiento efectivo.
El hecho ocurrió en octubre del 2020, cuando Pichún esquivó en su moto un control policial ubicado en la esquina de Matorras y San Martín. La maniobra motivó una persecución hasta Carlos H. Rodríguez e Yrigoyen, donde chocó contra un cordón y cayó al suelo, soltando un revólver calibre 38 cargado don una vaina servida y 5 proyectiles en condiciones de disparo en su tambor, junto a un bolso con 18 cartuchos de repuesto.
El caso llevó a un proceso judicial que ayer tuvo una audiencia de control de acusación, donde el fiscal Gastón Liotard explicó a la jueza de garantías Laura Barbé sobre el acuerdo al que arribó junto a la defensa. Esto prevé la responsabilidad y pena a cumplir por el delito de portación ilegal de arma de fuego de guerra, en carácter de autor (artículos 189 bis, apartado dos, cuarto párrafo y 45 del Código Penal).
Liotard explicó que la pena debe ser de cumplimiento efectivo, dado que el acusado cuenta con antecedentes penales por una condena impuesta en marzo de 2019. En aquel entonces, Pichún fue condenado a tres años de prisión en ejecución condicional por un robo agravado. El fiscal solicitó que se revoque condicionalidad y que se unifique en la única pena de tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo.
Pichún aceptó su responsabilidad penal por el hecho atribuido y la pena que ahora recae sobre él. Luego de un cuarto intermedio, la jueza Barbé homologó el acuerdo presentado. Declaró la responsabilidad penal de Joaquín Andrés Pichun y le impuso la pena de tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. Además la magistrada dispuso que el hombre comience a cumplir su pena a partir del 22 de junio de 2021.