Los materiales sustraídos del cementerio local suman varios miles de pesos en valor de mercado, ya que se trató de varios elementos y herramientas de limpieza y mantenimiento. Los investigadores indicaron que hubo 4 horas en que el predio permaneció sin custodia durante el robo y llamativamente los delincuentes dejaron un CPU que no funcionaba.
Los empleados del cementerio confiaron a este medio que no es la primera vez que se dan situaciones de este tipo, ya que si bien el predio completo está cerrado por paredes y reforzado con alambre de púas, no es una barrera para delincuentes que suelen ingresar y alzarse con herramientas o incluso placas de metal de las tumbas. “Desde el año pasado pedimos luces porque en la noche esto es totalmente oscuro y pasar la noche es un verdadero peligro” señalaron.
No es un dato menor, ya que según los investigadores los ladrones contaron con un lapso de al menos 4 horas para cometer el robo de la madrugada del martes. El sereno de turno se ausentó entre las 3 y las 7 la mañana por un problema familiar –según la información brindada por la policía- y por eso hubo tiempo de forzar una reja y una puerta para ingresar a la oficina con el depósito donde estaban todos los elementos sustraídos, que además fue el único recinto que revisaron.
Allí dieron con la llave del portón auxiliar junto a la misma oficina que abrieron para ingresar con un vehículo en el que cargaron 13 palas, 12 rastrillos, carretillas, rastrillos, palas, guantes, mangueras y otros objetos que hacen una suma total mayor a los 10 mil pesos en el mercado. Sin embargo en la oficina permanecía una computadora de escritorio que no funcionaba, pero el equipo solo fue cambiado de lugar por los delincuentes que no lo llevaron pese a que no estaba conectado para comprobar su estado.
En la puerta dañada quedaron marcas de calzado y además registraron huellas de un vehículo cerca del portón, y además habría imágenes de apoyo en una cámara de control urbano fuera del cementerio, sobre la rotonda de Roca y 12 de Octubre,