Esta semana un enfrentamiento entre perros terminó con uno de ellos muerto de un disparo que salió del arma reglamentaria de un efectivo policial.
El incidente ocurrió en Plaza Huincul. Según una de las versiones los dos perros salieron a la vereda simultáneamente, situación que no se había dado antes. Comenzaron a pelear ferozmente porque ambos son perros de raza y uno de los propietarios resolvió terminar la disputa con un disparo que acabó por dar muerte al animal del vecino.
Se generó la polémica por el uso no autorizado del arma reglamentaria y por el peligro implícito de disparar en un lugar donde no se cometía un delito y donde terceros pudieron salir heridos. La fuerza determinará si cabe una sanción mientras que los dueños del can fallecido están en condiciones de realizar una demanda civil, pero no anunciaron su intención de hacerlo.