Lo que parecía ser una quema controlada de pastizales que se inició cerca de las 17 del lunes, terminó en un incendio de enormes proporciones.
Los bomberos voluntarios fueron alertados por las llamas, que se esparcían rápidamente por la presencia del viento que prevaleció durante las últimas 72 horas en toda la región.
Las llamas se focalizaron en la zona rural margen derecha y el lago Ramos Mexía, donde hay montes bajos y con muchos álamos. El fuego amenazaba con alcanzar las viviendas cercanas.
Según la información suministrada por Defensa Civil, las llamas consumieron unas 40 hectáreas y los bomberos debieron actuar durante seis horas hasta extinguir el fuego.
Pero durante la madrugada se montó una guardia en la zona ya que había muchos puntos calientes y había viento. Una lluvia leve permitió que finalmente se controlara el incendio.