La mamá de un chico que cursa 3º año en la Epet Nº 10 de Plaza Huincul tuvo que radicar en las últimas horas denuncias en una comisaría y ante el Poder Judicial de Neuquén, por el constante acoso al que es sometido su hijo por parte de un grupo de compañeros.
El caso, que puede encuadrarse dentro de lo que se conoce como “bullying”, comenzó a gestarse cuando los adolescentes iban a primer año del secundario, y esta semana se agravó, cuando la víctima fue golpeada y amenazada de muerte.
Alejandra es la madre del chico acosado. Desde que su hijo va a primer año conoce los maltratos a los que es sometido por un grupo de compañeros: insultos, subestimación y amenazas de todo tipo recaen sobre él, en forma personal y a través del grupo de Wpp del curso, que se debe utilizar para cuestiones escolares, pero que sirve de medio también a los acosadores para seguir molestando a la víctima.
La madre contó que a raíz del problema, su hijo recibe atención psicológica, porque evidencia en su salud la fuerte presión que soporta. Incluso, no quiere concurrir a las actividades que realizaba, como ir a las clases de inglés, ni asistir a reuniones de amigos o familiares.
El lunes, los agravios llegaron a mayores: uno de los acosadores golpeó a su hijo y éste se defendió. Pero lejos de terminar allí el problema, se agudizó: a través de otro chico de la escuela, Alejandra pudo conocer que su hijo había recibido un ultimátum: si se presentaba de nuevo en la escuela, sería recibido a los tiros, en obvia mención a la posible utilización de un arma de fuego.
Profundamente angustiada y preocupada, la mamá se presentó en la comisaría Sexta de Plaza Huincul para dejar asentados los hechos y también lo hizo ante la Justicia, donde aportó las actas que fueron redactadas en la Epet Nº 10 todas las veces que ella se presentó a denunciar el acoso, y las capturas de pantalla de las amenazas e insultos que son dirigidos contra su hijo.
Alejandra ha solicitado varias veces que el grupo que acosa a su hijo sea disuelto y que las autoridades escolares tomen medidas, pero sólo se le ha respondido que la institución pretende que el tema se resuelva utilizando la mediación: es obvio que no lo ha logrado, porque este es el tercer año que el menor recibe malos tratos de parte de esos compañeros.