Los tres trabajadores, Víctor Herrera, Gonzalo Molina y Fernando Jara, fallecidos durante la explosión de la refinería de NAO son recordados cada mes con una marcha, pero cada día viven en la memoria de sus familias.
Emmanuel Jara, Laura, Carolina y Valeria Herrera le ponen voz a lo que vivieron y viven los integrantes de las tres familias. Siguen adelante, sanan sus heridas y de a poco se atreven a sonreir un poco más cuando hacen sus encuentros familiares. Pero la herida vuelve a abrirse con los aniversarios.
“En estas fechas volvemos a vivir todo de nuevo”, admiten. Y ese todo se resume en dolor e indignación porque siente que “nunca va a haber una justicia totalmente completa”.
Sus seres queridos salieron a trabajar un día y ya no volvieron. En las familias ligadas a la industria petrolera saben que es un trabajo de riesgo pero las familias Jara, Herrera y Molina no quieren que eso se naturalice.
“Ellos no fueron héroes, no lo fueron en un sentido porque murieron bajo esta desidia, entonces eso es lo que nos jode a nosotros básicamente de eso, o sea, no se ganaron una medalla de mérito por salvar la ganancia de la empresa. Entonces murieron, lamentablemente, nosotros tenemos los recuerdos más felices de ellos, pero murieron bajo ese yugo horrible de la empresa y de lo poco que les importa la vida, básicamente”, dice Emmanuel Jara, hermano de Fernando, con fervor.
“No se ganaron una medalla de mérito por salvar la ganancia de la empresa”
Emmanuel Jara, hermando de Fernando
Desde las primeras horas, creen que el manejo de NAO Combustibles fue poco respetuoso y más interesados en salvar la posición empresarial que en acompañar el proceso de las familias.
Y después sintieron “como un manoseo” toda la demora en la identificación de las víctimas, en su traslado hacia Cutral Co para ser velados, en esperar dos meses para poder identificarlos. Tantas heridas sin cerrar los hace decir que tienen “al menos la sensación que tenemos es que nunca va a haber una justicia totalmente completa. Por eso se puso con eslogan ahora en la marcha es… realmente es un año sin justicia todavía”, dijo Jara.
Tras unos meses, la empresa NAO Combustibles recuperó el control del predio y se puso a trabajar para ponerlo en marcha nuevamente. Según las familias siguen con la misma política de precariedad y están avalados por los organismos gubernamentales.
“La empresa en realidad sigue trabajando como tal, no tiene la parte física porque la parte física obviamente es la que se destruyó toda con el incendio, pero operativamente sigue trabajando como si nada, o sea, como con total impunidad básicamente”, denuncia Emmanuel.
Cambiaron el lugar de funcionamiento administrativo y anunciaron un saneamiento pero para las familias “lo quieran enmascarar y que otras entidades gubernamentales apoyen eso también de querer seguir avanzando o haciendo esas tareas de saneamiento que ellos dicen que están haciendo que solamente es pintar los tanques”, detalla Jara.
“Ellos que los llamaban familia, los deshumanizaron completamente después de lo que pasó tratándolos como un número. ¿qué se puede pretender en un año que hagan”, comenta Emmanuel. Según las familias si no hay cambios las tragedias volverán a pasar y para eso hacen las marchas, para que no pase nunca más.
La causa judicial
El fiscal jefe Gastón Liotard consideró que la investigación –ya hubo formulación de cargos y son siete los imputados- está avanzada. Aspira a que “el año que viene se haga el juicio”. Previo a ello, la audiencia de control de acusación, donde se verá la estrategia de la defensa de los imputados será en el primer trimestre de 2024.
La tarea es muy intensa porque hay que “cotejar el tema informático del pericial, y técnico es muy cuesta arriba. Está muy avanzada la investigación y creemos que tenemos elementos suficientes como para el primer trimestre hacer la acusación”, apuntó.
“La génesis está desde todo punto de vista en la explosión: la falta de controles, los vapores, el sistema de electricidad, esencialmente la seguridad. Cada uno cumplía un rol distinto, pero todos tienen la responsabilidad que se les atribuyó”, dijo.
“No tenemos dudas que llegará y se resolverá en juicio, pediremos un tribunal colegiado que en el caso que se los encuentre culpables en el grado de responsabilidad que la fiscalía pretende generaría penas que serán de cumplimiento efectivo”, describió.
Liotard explicó que un hecho de tal magnitud en una comarca eminentemente vinculada a la industria hidrocarburífera tiene un efecto sociológico importante. No obstante, eso no quitará objetividad a la fiscalía. “Conmociona si, es uno o más delitos, pero son investigados y deberán ser juzgados como corresponde. Tenemos la manda que nos obliga y es ser objetivos en cada caso”, concluyó.