Hace pocas horas, en el salón Jansen, Rolando Figueroa se abrazó con Gustavo Suárez, el ex intendente de Plaza Huincul y actual concejal por el MPN.
Hoy, el intendente Claudio Larraza denunció la faltante de casi 300 millones de pesos y además detalló que en plena campaña los gastos de la Municipalidad escalaron de 500 a 1.500 millones.
Figueroa va por un acercamiento con el MPN pensando en la gobernabilidad provincial y en Huincul hay otras discusiones pero esta diferencia “no nos aleja”, sostienen allegados. El actual intendente quiso aclarar que una situación no tiene que ver con la otra y deslizó “nosotros no especulamos con ninguna situación, ni con la reunión política, ni con la sanción del presupuesto; el compromiso de informar está por encima”.
En Plaza Huincul se libra una batalla propia, se juega el poder local y Larraza no quiere tomar prisioneros, quiere eliminar cualquier vestigio del sector que lideró Silvia Otaño, luego Juan Carlos Giannattasio y finalmente Gustavo Suárez. No parece que haya segundas oportunidades.
La jugada es fuerte. En la conferencia de prensa realizada hoy el Centro Cultural Gregorio Álvarez se mostró un bloque unido con todas las colectoras que integraron el frente que lo llevó a la intendencia. Pero ese bloque compacto podría tener algunas fisuras y sobre todo ahora que la responsabilidad del análisis del informe queda en el Concejo Deliberante, allí donde está Gustavo Suárez.
Cuando se decía que Suárez se iría a España una vez perdida la elección, el jefe comunal saliente sorprendió con la decisión de quedarse como concejal. ¿Fue por los fueros? O porque está decidido a dar pelea? Si el Concejo Deliberante es el lugar donde se analizarán los números, Suárez tendrá la posibilidad de dar explicaciones o de realizar acuerdos.
Si Figueroa finalmente sumaba al MPN remanente (sin Jorge Sapag ni Omar Gutiérrez, claramente) era posible que la minoría de Larraza en el Concejo Deliberante se transformara en una mayoría abrumadora. Hoy parece imposible, pero el Concejo Deliberante será un tablero de ajedrez y ahora toma protagonismo Daniel Vidondo.
No parece que el tema vaya a llegar a la justicia penal sino que se intentará quedar en el ámbito de político. Ante la consulta, Larraza dio una respuesta evasiva y tampoco quiso confrontar con el gremio ATE. Quiere denunciar a la anterior gestión pero debe mantener la gobernabilidad. Es decir, que la sangre no llegue al río.