Según los especialistas que estudian el fenómeno de padres y madres que olvidan sus hijos en los automóviles, es una falla en la memoria que le puede pasar a cualquiera.
El tema es de actualidad porque hace tres días falleció un niño de 3 años luego que sus padres olvidaran llevarlo a la guardería y lo dejaran seis horas en el auto estacionado. La fiscalía de Neuquén hoy brindó una conferencia de prensa y adelantó que aplicarían el artículo del código penal que habla de “pena natural” cuando el responsable sufre un daño físico y/o moral, en este caso la pérdida de su hijo.
En conferencia de prensa (foto) explicaron que se descartó maltrato infantil y que se corroboró que no hubo intención de provocarle la muerte sino que fue negligencia.
Y es que lo ocurrido no indica que se trata de malos padres sino que los estudios realizados en Estados Unidos indican que podría pasarle a cualquiera.
El “Síndrome del bebé olvidado” ocurre cuando los progenitores dejan accidentalmente a un bebé o niño pequeño olvidado en el interior de un vehículo aparcado y cerrado, a menudo con trágicos resultados.
Sucede cuando los padres se enfocan en tareas futuras en lugar de en el momento presente. Puede ser causa del estrés, un cambio en la rutina habitual, el exceso de preocupaciones o el cansancio y la falta de sueño.
Según David Diamond, profesor de psicología y Doctor en Filosofía en la Universidad del Sur de Florida, experto en neurociencia cognitiva, el cerebro funciona de la siguiente manera: involucra distintas partes de la memoria de una persona. La memoria prospectiva, por ejemplo, es la que se encarga de recordarnos hacer algo en el futuro. Por su parte, la memoria procedimental funciona como un piloto automático, haciendo que hagamos cosas sin pensar. Como cuando vuelves del trabajo por el mismo sitio y no sabes cómo has llegado, porque es algo que tienes muy interiorizado.
A menudo los distintos tipos de memoria, a corto y largo plazo, trabajan juntas con el objetivo de que sea más sencillo realizar cambios en las rutinas. Estamos hablando de casos como parar a comprar algo antes de ir a casa, por ejemplo.
Sostiene Diamond, cuando la denominada memoria a corto plazo falla (por ejemplo, cuando estamos estresados o más distraídos) es cuando se producen catástrofes de este tipo. Además de olvidar a un bebé, puso ejemplos como cirujanos que olvidan herramientas en los pacientes o pilotos de aviones que no ajustan bien los alerones para aterrizar.
Según este experto, el sistema del cerebro del hábito hace que hagamos las cosas en modo “piloto automático”. Por un lado es una ventaja porque no hay que recordar por donde girabas para ir a casa, pero en el fondo, el cerebro sí está guiando el camino, y, a su vez, está suprimiendo la otra parte del cerebro: la que recuerda información adicional.
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