Una familia del barrio Otaño se sorprendió ayer por la presencia de una culebra de colores ocres y gran tamaño.
El dueño de casa decidió matarla con un palo y después le sacaron fotos. Pero como estaban muy impresionados también la quemaron. Como ocurrió ayer con la presencia del gran roedor del barrio Pueblo Nuevo, el miedo surge del desconocimiento sobre la peligrosidad que puede tener este tipo de animales.
Además se suma el hecho de que no es habitual que estén presentes en estas zonas, aunque también es cierto que el clima ha ido cambiando con los años, ahora llueve más seguido y las condiciones de humedad se modificaron.