El juez de garantías Lisandro Borgonovo aceptó la acusación que hizo la fiscalía contra un hombre por el intento de homicidio contra tres efectivos policiales, más las lesiones graves, lesiones leves, hurto, daño y atentado a la autoridad. Se trata del hecho ocurrido el pasado 9 de julio en una casa del barrio Unión. El hombre quedó con prisión domiciliaria y la investigación se planteó en cuatro meses.
Hoy se concretó la audiencia de formulación de cargos. El fiscal jefe Gastón Liotard y el asistente letrado Lucas Rodeiro acusaron a Diego Gabriel Fuentes por el intento de homicidio hacia tres efectivos policiales. Los uniformados habían ido al domicilio ante el llamado que hizo su pareja, por agresión en el contexto de violencia de género.
Tanto Fuentes, como su pareja, Silvia Benavídez fueron asistidos por la defensoría pública, a través de Vanessa Macedo Font.
Hasta la casa de la calle Alem y Arenales, el pasado 9 de julio cerca de las 0:40, llegó un móvil con cuatro policías. Una de ellas fue una mujer policía porque el llamado era en el contexto de violencia de género.
Si bien quisieron intervenir para calmar la situación, Fuentes empezó a agredirlos e insultarlos hasta que los amenazó con autolesionarse. Liotard relató que “en un momento, y luego de amenazarlos de muerte, el acusado agarró un hierro estructural de más de un metro de largo”.
Con el hierro intentó golpear a la mujer policía y fue su compañero que se interpuso. Aunque quiso defenderse con la tonfa, Fuentes le dio en la cabeza y quedó tendido en el suelo. Allí lo siguió golpeando por lo que ante esta situación otro de los efectivos salió en su defensa y terminó con un martillazo que le fracturó la mandíbula.
Fuentes, en un determinado momento intentó arrastrar a los dos efectivos desvanecidos hacia su casa. Y en ese momento, la uniformada hizo todo lo posible para evitarlo. En el medio pidió más refuerzos.
En total, hubo once uniformados en el lugar. En determinado momento, uno de ellos hizo un disparo disuasivo, pero Fuentes lejos de calmarse tomó la pistola reglamentaria del primero de los policías herido y empezó a efectuar varios disparos.
Los uniformados buscaron refugio y las balas impactaron en uno de los móviles policiales que resultaron dañados en las ventanas y el guardabarros trasero izquierdo.
El fiscal Liotard -junto al adjunto Lucas Rodeiro- explicó que en plena agresión, uno de los efectivos intervino y primero le dio la orden para que se detuviera y como no la cumplió le disparó en el glúteo a Fuentes. De este modo, concluyó la agresión. El herido fue trasladado al hospital donde después de ser operado recibió el alta médica este jueves. A las 16:30 quedó detenido y por eso hoy se hizo la audiencia.
Tanto Liotard como Rodeiro le atribuyeron al imputado los delitos de: homicidio agravado en grado de tentativa -3 hechos-, lesiones graves agravadas, lesiones leves agravadas, daño, hurto y atentado contra la autoridad agravado, todo en concurso real y en carácter de autor. Pidieron prisión domiciliaria que fue aceptada por la defensa pública y avalada por el juez de garantías.
Entre los fundamentos que esgrimió la fiscalía para pedir la domiciliaria fue que debe continuar recibiendo tratamiento médico. Se pidió que haya controles semanales para verificar que está en la casa mencionada. Consideraron que no hay entorpecimiento de la investigación ni peligro de fuga.
En cuanto a Benavídez, se le atribuyó el delito de atentado a la autoridad -por arrojar piedras hacia los uniformados en medio del tumulto- aunque no se dispuso que permaneciera detenida.
Finalizados los planteos, el juez Borgonovo, dio por formulados los cargos y fijó en cuatro meses el plazo de la investigación.