La familia del joven Luciano Hernandorena, asesinado a la salida de un fiesta en la zona norte de Cutral Co, quiere que el joven preso por su muerte tenga una condena a cadena perpetua.
Por el delito del que se lo acusa, el código penal no prevé usa pena, sino un máximo de 25 años y por los antecedentes judiciales en este tipo de caso, la pena (en el caso de que llegaraba a encontrárselo culpable) no llegaría a esos años.
La familia y su abogado César Pérez tienen una estrategia, que es conseguir que se lo acuse a Gabriel Abarzúa de haber premeditado el homicidio con otra persona y entonces subir la calificación del delito. Pero ello parece improbable.
En el recorrido por justicia, la familia y Pérez visitaron la semana pasada al fiscal general José Gerez, que los recibió. Igualmente no tiene injerencia en el caso, ya que se tramita en los juzgados de Cutral Co.
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