Los hechos fueron diversos. En algunos casos por alcoholemia positiva, por agresiones y riñas callejeras. En total, se contabilizaron cinco demorados.
El viernes, alrededor de las 8, se demoró al dueño de la casa situada en la calle Cabo Belarde del barrio Progreso porque estaba en estado de ebriedad y causó molestias a los integrantes de su propia familia, quienes fueron los encargados de llamar a la policía.
Ese mismo día, pero a las 17, se demoró a una persona que había quebrado la prisión domiciliaria de una causa por homicidio que se sigue en la justicia local. Sobre esta persona, de apellido Chandía pesaba el pedido de captura.
El sábado, a las 6:50 el personal del área Uno fue el encargado de demorar a un menor de edad quien arrojó piedras sobre el cristal de la camioneta de los dueños de un local bailable situado en Plaza Huincul. A raíz de la denuncia, fue demorado.
Mientras que el domingo, alrededor de las 7:50 según informó el comisario Eduardo Bravo, se produjo una riña alrededor de las 7 de la mañana entre los ocupantes de dos automóviles: un Fiat 128 y un Peugeot 206, también en Plaza Huincul. Al llegar los uniformados, se dan a la fuga. Y fue así que lograron la demora de los integrantes del Fiat 128. Al conductor, se le hizo el test de alcoholemia que le dio 1,27 gramos por litro de alcohol en sangre y en consecuencia, se secuestró el rodado por falta de documentación. Hubo un demorado porque se tornaron agresivos contra el personal policial.
El otro demorado fue el domingo, alrededor de las 12 en el Parque de la Ciudad. Allí se secuestró un Renault Break 18. La policía llegó ante el llamado de los vecinos porque los ocupantes de este auto molestaban al resto. Hubo uno de ellos que se resistió a la identificación e hizo desorden y lo demoraron. Luego se hizo el control de alcoholemia al conductor del auto y arrojó 0,69 por lo que se secuestró también el rodado que carecía de documentación.