En los últimos encuentros entre las autoridades vecinales y los jefes policiales se escucharon varios pedidos por destacamentos en las zonas de más conflicto. La policía sostiene que el destacamento atenta contra la eficiencia del trabajo de prevención.
El tema se puso en debate la semana pasada, cuando se realizó el encuentro con vecinalistas del área oeste. En el barrio Peñi Trapún hay un “puesto casilla”, que es una especie de destacamento con dos efectivos las 24 horas.
Desde la comisión de ese barrio se asegura que su presencia constante hizo que descendieran los hechos delictivos y que hay más sensación de seguridad. El puesto provocó resistencia, fue atacado dos veces con armas de fuego y muchas veces con piedras. “Desde mediados del año pasado la comunidad entendió que la presencia policial en la vía pública es necesaria y ya no hay agresiones”, destacó el comisario inspector Miguel Riú.
Si bien esa labor es valorada Riú insiste en que “para nosotros es más efectivo tener esos dos agentes con movilidad”. Ello es porque “los destacamentos sustraen recursos humanos y logísticos de la calle, nosotros preferimos trabajar con la unidad móvil, que es el vehículo que ustedes ven en la calle constantemente, y ante una alerta temprana abocar esa unidad móvil al lugar y abortar el delito”, explicó Riú.
Los vecinos insisten que la unidad móvil no llega a tiempo y por ello prefieren el destacamento. En el último fin de semana una situación de violencia de género logró evitarse porque la familia acudió al puesto móvil. “Es algo que tenemos que charlar y trabajar en conjunto”, sostuvo Riú.