Un puestero de Neuquén del Medio -en el paraje Ceferino- avisó a la policía del hallazgo.
Al parecer, el poblador halló un bolso con algunos elementos entre ellos una granada por lo que dio inmediato aviso a la policía. Un perito en explosivos y el personal policial acudió al lugar y logró secuestrar la granada que se estableció era de gas lacrimógeno, cartuchería calibre 38 y 7.62 de escopeta, un cargador y otro cargador tipo “peine” que se utiliza en los fusiles.
De acuerdo a las características, se pudo establecer que era todo muy antiguo y que estaba enterrado. Resultó extraño el hallazgo, por el momento no se lo puede atribuir a ninguna actividad en particular. En principio podría atribuirse a material material.
El puestero lo descubrió y supuso que era peligroso es por eso que llamó a la policía. Se produjo el secuestro y quedó la causa en manos de la Fiscalía, según explicó el comisario mayor Humberto Crisóstomo.