Un joven recibió un disparo en una rodilla, que no revestía gravedad pero que le generó dolor constante hasta que aceptó la asistencia médica, un día después.
El disparo se produjo el día miércoles pero el joven pidió una ambulancia recién el jueves a las 14,30, en su vivienda de Santa Isabel y San Martín.
Como es su obligación, el personal médico dio intervención a la policía porque se dieron cuenta que era una agresión con un arma de fuego. El joven herido desistió de dar mayor información sobre dónde había ocurrido la agresión y sus motivos. Lo que informó es que había ocurrido el día anterior.