Estaban sueltos en la Ruta 237, en inmediaciones a El Chocón. La policía, al ver a los cinco animales, dispuso su secuestro. Como se les cobra multa a los dueños de los animales, cuando se los encuentran sueltos, las multas son muy caras.
En total, eran cinco caballos que estaban en la vía nacional y con el consiguiente peligro que implica. Los “corraleros” que es el nombre que toman los efectivos dedicados a este tipo de tareas, fueron “increpados” tanto por el dueño de los caballos, un hombre de 56 años, como por su hijo. El punto es que una vez que se secuestran los animales, tienen que abonar la infracción y la multa es bastante onerosa.
Si bien la situación no pasó a mayores, si hubo discusión y agresiones verbales.