Fue pasando el tiempo y a ocho años de su inesperada y trágica partida, sus hermosos recuerdos permanecen intactos en mi corazón.
Su paso por esta vida fue tan lindo que solo puedo decir “gracias Señor por prestarme esta hija”, una personita incondicional, dulce, cariñosa, la habías dotado de una voz divina, dejó huellas indelebles en quienes la conocieron y escucharon.
Está junto a ti Señor
Es mi angel que me cuida
Con mucho amor
Mamá Angélica