Es porque la dirección estaba mal en la orden de allanamiento que se emitió desde la Fiscalía. También explicaron por qué accionan con violencia al momento de ingresar a un domicilio.
Desde la jefatura policial señalaron que los procedimientos de desalojo responden a un protocolo de actuación que “indican que desde la vivienda habrá una resistencia” y por eso los uniformados involucrados actuaron de manera abrupta.
El comisario inspector Miguel Riu, subjefe de la dirección Seguridad Interior, dio cuentas del hecho del pasado miércoles, aunque evitó entrar en detalles porque “salió por las redes y fueron entrevistadas las partes” y solo explicó que fue una orden dictada por la fiscal Gabriela Macaya “en el caso 23498” donde requerían la identificación y desalojo de una familia en calle Buta Ranquil al 1266 del barrio Nehuen Che. El problema fue que la dirección estaba mal y el lugar donde debía realizarse el procedimiento era una casa contigua. Más allá del error, la familia donde se hizo el allanamiento denunció apremios por parte de la policía durante varios minutos, hasta que advirtieron el error.
Ante las acusaciones y denuncias radicadas, Riu señaló que de los daños en el inmueble “se tendría que hacer cargo la parte de la Justicia que dispone el procedimiento (es decir la Fiscalía)” mientras que, respecto al accionar policial, explicó que “nosotros trabajamos con una máxima que implica que puede haber una resistencia”.
La causa continúa con la investigación de la denuncia formulada por la familia que recibió el desalojo equivocado.