El Deliberante aprobó la ordenanza para regular su funcionamiento y deberá ser promulgada por el Ejecutivo para entrar en vigencia. El escrito cuenta con un minucioso marco de normas que se basó en la experiencia de grandes ciudades y fue revisado por la dirección municipal de Bromatología.
El proyecto fue una iniciativa del Movimiento Libres del Sur, a través del edil Carlos Matzkin, que mencionó “estaba la necesidad de establecer un marco regulatorio para que puedan funcionar, era una demanda de los vecinos” y aclaró que la ordenanza tiene ciertas diferencias con respecto a la que regula a los “carritos pancheros” que ya operan en la ciudad. La principal será la taza tributaria, ya que los Food Trucks deben abonar el equivalente a 25 Unidades Tributarias; a diferencia de las 10 que pagan los carros.
“Esta es una regulación nueva, somos uno de los pocos municipios a nivel país que tendrá esta regulación para que los productores de comidas elaboradas puedan trabajar” explicó Matzkin y remarcó que “en principio se reguló en darle la posibilidad de trabajo a personas de nuestra localidad” pero se modificó para aceptar el paso de aledaños en ciertos eventos.
Si bien el punto común es el parque Rivadulla, el escrito admite que los Food Trucks se instalen en cualquier sector de la ciudad con un horario comercial fijado por Bromatología, aunque prohíbe la colocación de toldos, sillas y mesas, “para eso corresponde otra habilitación que además requiere el uso de baños químicos” aportó el concejal.
El proyecto fue aprobado por unanimidad el pasado jueves en la última sesión ordinaria del Legislativo y desde allí cuenta con un lapso de 10 días para ser promulgada por el Ejecutivo.