Desde la subsecretaría de Defensa Civil y Protección Ciudadana, su responsable Vanina Merlo, llevó tranquilidad a la población. Se explicó en qué consiste el pase de “verde” a “amarillo” en el nivel de alerta del volcán chileno Villarrica.
Esta medida “solo implica un mayor nivel de monitoreo de la montaña, que no afecta a las poblaciones de Chile y de Argentina”.
Anoche se registró en el volcán Copahue un temblor de 4.0 grados en la escala de Richter, que de todas formas no mereció una modificación en el actual nivel verde de alerta vigente.
La funcionaria explicó que el Villarrica, ubicado en cercanías de Pucón, “es un volcán activo que habitualmente tiene distintas manifestaciones. De hecho, quienes han visitado esa zona de Chile conocen sus manifestaciones diarias”.
Explicó que el Villarrica se encontraba en alerta “verde” desde mayo, y que la migración al siguiente nivel de alerta “responde a cambios y a un aumento en su actividad que se registraron desde la última semana”. Agregó que el nuevo nivel de alerta “lo que obliga es a prestar atención, pero no implica ningún tipo de evacuación o medida específica con la comunidad”. Merlo detalló que el mayor control sobre el volcán se traducirá en que habrá un nuevo monitoreo cada 15 días.
“Este sistema de alerta amarilla está muy lejos de una alerta naranja o roja, que sí ocasionan un impacto en las distintas comunidades”, graficó y agregó que “se trata de un volcán que hasta ahora no está produciendo dificultades en Chile o Argentina”.
En cuanto al Copahue, registró actividad sísmica cerca de las 22:30. El sismo de mayor intensidad fue de 4.0 en la escala de Richter, con epicentro a 8 kilómetros del cráter del volcán; y a unos 4 kilómetros de profundidad.
“Tuvo pequeñas réplicas que no implicaron la modificación del actual nivel verde de alerta”, sostuvo la funcionaria, quien además destacó el nivel de concientización y de organización de la comunidad de Caviahue-Copahue ante este tipo de eventos vinculados con la actividad volcánica.
Merlo informó que el sismo fue detectado junto a Chile, ya que el monitoreo de la montaña se realiza de manera conjunta. Fue posible gracias a los nuevos sismógrafos instalados en el lado argentino de la montaña por parte del gobierno de la provincia del Neuquén.