Durante toda la mañana se realizó la audiencia pública en la que se puso en consideración el cobro del servicio de agua. Se debatió democráticamente sobre la pertinencia del cobro, el mal servicio que se presta y las inconsistencias técnicas que tiene la norma que se consideraba.
Los vecinos que se presentaron tenían diferentes objetivos. Aquellos que tenían mayor conocimiento legislativo y formación política ahondaron en cuestiones de orden técnico. Se cuestionó principalmente el convenio suscripto entre el EPAS y el municipio. Se criticó que establecía la finalización del reclamo judicial del pago del agua por parte del EPAS a cambio del dinero para reemplazar los 17 kilómetros de acueducto de Buena Esperanza, pero que esos juicios todavía estaban vigentes. También se mencionó que establece una costo para el agua y que la tarifaria establece otro.
También se criticó la ordenanza que se debatía, ya que le cobra el agua a los que están conectados y a los que no. “¿Si uno pasa frente a un negocio y no compra nada tiene que pagar igual?”, se preguntó la vecina Susana Alberti. Y el hecho de que no quedara establecido normativamente quiénes no tendrían que pagar por su situación económica.
Pero también participaron vecinos que plantearon situaciones más pragmáticas. Un habitante de Colonia 2 de Abril pidió que le conectaran el agua, y que no le cobren lo mismo que a la zona urbana. Una vecina aseguró que la conexión desde la cañería a su casa “la hicieron con mangueras, así que se rompe todo el tiempo”, así que pidió que se realicen bien las obras y que haya un buen servicio “porque si hay agua por qué oponerse a pagarla”.
Finalmente desde PO se realizó un análisis que Francisco Sánchez consideró fue “de orden político”. El dirigente de izquierda aseguró que la ordenanza en cuestión “es un problema de recaudación, se está descargado hacia el pueblo y los vecinos de la localidad el quebrando del municipio y de la provincia, lo único que tenemos es las de perder, es un avallasemiento a la lucha, a las puebladas, que se han pagado con sangre, nadie se puede olvidar de eso”.
Cecilia Soberon