Hoy en la Justicia se ordenó que se desaloje
Gloria la dejó al cuidado de una vecina, pero nunca se la devolvieron y tuvo que alquilar en Zapala para criar a sus hijos.
El drama para la familia de Gloria Yáñez comenzó en el 2000, durante la crisis económica del país que dejó a su familia sin trabajo. “Es una historia bastante triste la nuestra, nos quedamos sin trabajo y mi hijo menor nació con discapacidad por un síndrome genético no especificado. Para proveerle los medicamentos busqué un trabajo genuino y lo conseguí en Zapala, así que nos retiramos de la casa y desde el Instituto (Provincial de la Vivienda) nos dijeron que no podíamos vender ni alquilar, así qué nos recomendaron dejar a alguien de confianza para que la cuide“.
El inmueble pertenece a un plan de viviendas provincial que aún abona Gloria de manera mensual.
La casa está en el barrio Universitario de Plaza Huincul y por aquel entonces quedó bajo el cuidado de una joven vecina, amiga de la familia. Pasado un tiempo ella quedó viuda e intentó regresar al hogar, pero los ocupantes le negaron el ingreso . “Todos estos años estuvieron usufructuando ahí, tienen una radio en la casa incluso” relató Gloria.
La casa fue judicializada y el fallo fue a favor de la familia de Gloria en 2009, pero el abogado de los ocupas presentó distintos recursos que dilataron la entrega de la casa. “Esta es la última instancia y yo traje a mi hijo, que nunca lo había presentado, para que se conozca porque hemos tenido una vida de necesidades, porque si bien conseguí trabajo, perdí mi vivienda”.
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Respecto a su hijo Juan José, que ya cumplió los 18 años, Gloria apuntó “él ya no es un niño con discapacidad, sino un adolescente, no es la misma calidad de vida la que le pude haber dado a los 7 u 8 años que la que le podré dar ahora”.
El fallo del Juzgado Civil determinó que la pareja Orellano-Martearena (que ocupó la casa los últimos 18 años) debe retirarse de forma pacífica en los próximos 10 días para restituir el bien a su propietaria. “Mi familia ya no es la misma porque quedé viuda y mis hijas son grandes y tienen su propia familia, pero esto es para que mi hijo tenga una vida digna. Todos estos años yo alquilaba y no podía hacer arreglos para garantizar su calidad de vida”.