Fue inaugurado de manera formal, aunque ya están trabajando desde hace tiempo. Pero con este acto se permitió a los usuarios y sus familias, que las instituciones y la comunidad en general, conozcan la tarea que se lleva adelante en esta institución.
El Centro de Día “La Novena” funciona en la calle Entre Ríos N° 450 del barrio Otaño de Plaza Huincul.
La licenciada en Psicología, Alejandra Ferreyra explicó que la idea fue mostrar sobre lo que se trabaja con los diferentes dispositivos que tiene la institución, que depende el hospital de Complejidad Media. Este es un “dispositivo de segundo nivel de atención”.
“Trabajamos con usuarios de 14 años en adelante con consumos problemáticos y padecidimiento mental. Son derivados desde el servicio de Salud Mental y de Servicio Social, según los diferentes criterios de derivación”, señaló Ferreyra.
Estos usuarios, llegan al Centro de Día ya con una “voluntariedad para un tratamiento que es complementario, que estén compensados y que tengan algunas cuestiones que dificulten su autonomía o integración comunitaria”. Entonces, con las diferentes actividades que se proponen, les permite alcanzar una mayor autonomía, para que no se vulneren sus derechos y que estas personas puedan tener una reinserción e integración comunitaria.
La acompañante terapéutica, Yoana Cabrera -también está María Fernanda Márquez- contó que los usuarios realizan diferentes talleres como los de Música, manualidadades, teatro, danza y expresión corporal, Educación Física, y actividades recreativas una vez al mes.
Y a la vez funcionan los dispositivos de grupo terapéutico, los talleres psicoeducativos y con otras instituciones que dan charlas sobre diferentes temáticas que hacen a la salud integral.
La enfermera Luisina Espeche -junto a Gastón Rodríguez – explica que su tarea en el centro es trabajar con los usuarios y la familia para poder “fomentar la adherencia al tratamiento, tanto terapéutico como farmacológico y el cambio de hábitos que trae. Se busca promover los hábitos saludables”.
En tanto, la licenciada en Trabajo Social, Natalia Méndez, indicó que aquí asisten de lunes a jueves.
“Tenemos distintos horarios y cada uno de nosotros, tenemos el espacio de asamblea donde toman decisiones, proponen y organizan actividades”, manifestó.
En este centro ya pasaron 24 usuarios, en todo este tiempo. El lugar está en condiciones para recibir a 12. Algunos alcanzan el alta, otros, se van porque no logran sostener el tratamiento porque uno de los requisitos es la voluntariedad.
“Muchos manifestaron que les cambió su vida y en la posibilidad de proyectarse o buscar un trabajo. Tuvieron un logro de objetivos individuales y eso es importante porque ellos puedan trasladarlo a su vida, de forma autónoma”, refirió Méndez.
En este tiempo, trabajaron con talleres en el centro comunitario de barrio Otaño y en la biblioteca Sayhueque. Con los talleristas organizaron el festejo del día del Niño en la barriada y llevaron el teatro negro al jardín N° 3. “Son las actividades de integración comunitaria las que buscamos también, que ellos mismos sean sujetos promotores de salud integral. Ha sido muy importante”, acotó Méndez.
Y a diferencia de otros centros de Día, el equipo profesional que se desempeña aquí está dedicado a este centro de manera exclusiva. “Tenemos muchos proyectos, para el año próximo la posibilidad de hacer equinoterapia, taller de cocina y más atividades de prevención y promoción”, concluyeron.