Ayer los vecinos de la calle Hueney Mapu vieron con estupor como la vivienda era consumida por las llamas mientras los bomberos intentaban controlar el siniestro.
En la casa habían dos niños de 3 y 5 años que habrían prendido un sillón, lo que generó el incendio. Los pequeños estaban momentáneamente solos porque su madre había viajado a Neuquen al médico, con otro de sus hijos.
Si bien las pérdidas son importantes, la situación no terminó en tragedia ya que los niños pequeños pudieron ser asistidos y salir ilesos de la situación.
La casa lindante, que comparte techo con la que sufrió el incendio, también sufrió daños y deberá ser reparada.