La policía intervino gracias a la llamada de la dueña de la rotisería porque fue amenazada por uno de los hombres.
Según se supo, la pelea arrancó en la casa de comidas. Como la señora llamó a la patrulla, salieron de ahí y siguieron peleando en la vereda.
Luego entraron a la parroquia San Juan Bosco donde se llevaba a cabo la misa y continuaron con la agresión.
Allí los encontró la policía y los demoró por el delito de “desorden en la vía pública”.
Como es una contravención, luego de ser llevados a la comisaría, recuperaron la libertad.