El ministerio público de la defensa representó a Kevin Muñoz Coria en el juicio por jurados y cerró la etapa de debates sin un alegato. “Está claro lo que pasó, cómo fue y quién fue” expuso el abogado Diego Simonelli.
El letrado mencionó que las pruebas presentadas por fiscalía tienen demasiado sustento como para recusar o contradecir la participación de Muñoz Coria y manifestó ante el jurado “no puedo poner a consideración cuestiones objetivas o subjetivas de la personalidad de mi defendido. Tanto el psiquiatra como la psicóloga señalaron que entendía y comprendía sus acciones”.
Cabe recordar que uno de los soportes de la defensa fue poner a consideración un coeficiente intelectual bajo y un retraso mental que no le permitían tomar noción de la gravedad de sus actos. Incluso, el mismo Muñoz Coria admitió estar bajo los efectos de las drogas durante el ataque a Celia Maidub.
“La discapacidad en su estructura psicológica; su adicción crónica a estupefacientes y alcohol; y su bajo nivel educativo no implican que no entienda lo que hace” agregó Simonelli.
Los abogados de la defensa refirieron además que “lo paradójico es que no hay testigos de los hechos, pero todos fuimos testigos de lo que pasó por la filmación y la prueba que se construyó a partir de allí”.
Así, Simonelli y Macedo Font -compañera en la representación legal- agradecieron al jurado por el compromiso en su función y la atención dispuesta en el proceso y subrayaron la imposibilidad de contradecir o refutar la teoría fiscal sobre los delitos.