Desde el sindicato de Petroleros Privados, su titular, Guillermo Pereyra fue el encargado de encabezar una asamblea ampliada en el cámping que tiene la organización en Neuquén.
Luego de describir el panorama que enfrenta el sector, Pereyra dijo que pedirán adelantar a enero el 9% de aumento salarial que originalmente estaba previsto para febrero, según el acta firmada a principios de año.
Además, anunció la conformación de una comisión de seguimiento salarial para “equilibrar el salario y adelantarnos a la pérdida del poder adquisitivo”.
Allí, ante centenares de delegados, describió la “difícil” situación actual del sector hidrocarburífero y sentenció que “no habrá paz social con trabajadores en la calle”.
Pereyra detalló cómo se dieron las negociaciones en Buenos Aires tras los 600 despidos anunciados por las empresas petroleras. “Buscamos con el gobernador Omar Gutiérrez el camino del diálogo, sabiendo que una medida del Gobierno Nacional fue lo que generó estos despidos en la clase trabajadora”, aseguró.
“Cuando nos enterábamos que tal o cuál empresa iba a despedir a compañeros, pedimos siempre que se mantuviera la tranquilidad. Yo estuve en contacto permanente con el gremio de los Petroleros Jerárquicos que dirige Manuel Arévalo para trabajar en una misma estrategia, con la intención de encontrar una solución y no caer en un conflicto por el conflicto mismo”, detalló.
“No fuimos los trabajadores los que provocamos esta situación”, dijo, y se preguntó “¿Por qué la variable de ajuste siempre somos los trabajadores”.
“Así que en conjunto el Gobierno Nacional, Provincial, empresas y sindicatos acordamos extender la conciliación hasta el día 28 de enero y trazamos entre todas las partes un camino de búsqueda de soluciones”, aseguró Pereyra, que añadió: “Nuestra organización trabaja siempre para generar paz social. Y no habrá paz social con trabajadores en la calle”.