Llegó ebrio, mojado y ensangrentado a la casa de su expareja, dijo que había matado a una persona y se fue a dormir. Dos días después fue demorado como coautor del crimen de Juan Horacio Panitrul.
Daniel “Fierita” Silvera tuvo un pasado delictivo con antecedentes de robos simples y calificados como los hechos más graves, pero luego se fue desvinculado con el paso de los años. Hoy, con más de 45 años, es mas bien un errante o “borrachín” -según lo describen los conocidos por su adicción al alcohol- con trabajos temporales.
Si bien lleva años separado de su expareja, tenía un contacto fluido y de vez en cuando acudía a su casa en busca de refugio o ayuda. Así ocurrió la semana pasada, tras el macabro crimen del barrio San Martín. Silvera llegó tarde en la noche, empapado por la nieve y con manchas de sangre en su ropa.
“¿Qué te pasó? -Matamos a uno” fue el diálogo que se dio en la puerta antes de que Fierita entrara, se higienizara y se fuera a dormir.
Si bien esas pocas palabras fueron una confesión, los investigadores confiaron a este medio que Silvera solía alardear de anecdotas similares que eran falsas. Su expareja lo dejó pasar y lavó su ropa para darle una mano antes de que el hombre se fuera.
Al día siguiente y con los investigadores detrás de las pistas que dejó el macabro homicidio, Silvera fue encontrado en el barrio Parque Este y detenido sin oponer resistencia.
Para la Fiscalía no está claro aun quién fue el responsable de la muerte de Panitrul, ni el grado de participación de Silvera y Tarigo Leiva Carrasco, pero si tienen la certeza que ambos se encontraban con la víctima en el departamento durante el crimen.
De momento, ambos cumplen con una prision preventiva de 6 meses por el delito de homicidio agravado por alevosía, en calidad de coautores.